La gente del Marruecos autentico son cordiales y amables, viven con lo minimo y dan lo maximo que tienen.

Te ofrecen su hospitalidad sin pedir nada a cambio, bueno si, que tomes un te con ellos y un buen rato de conversación, nada mas.

Sentarte con ellos, empezar a contar historias y aventuras no tiene precio.

No hay nada mas agradable y satisfactorio que ver y recibir la sonrisa de un niño cuando juegas un poquito con ellos.